Cuando nos vamos de vacaciones en verano, solemos prestar más atención al destino que a la puesta a punto del medio de transporte más utilizado en estas ocasiones: El coche. El alojamiento, las comidas, el dinero que llevar…ocupan más nuestra atención que comprobar baterías, neumáticos, frenos, luces o climatizador. Recuerda que un mal funcionamiento de estos elementos puede provocar accidentes o averías inesperadas.
Según los datos del barómetro de averías del RACE, las baterías y los neumáticos son los principales elementos que necesitan asistencia en carretera en verano. Así que comenzaremos el recorrido por aquí:
- BATERÍAS: Comprobar el estado de la batería es algo fundamental antes de salir de tu lugar de origen. Si el recorrido es largo, haremos las paradas recomendadas y si el recorrido es corto y no realizamos parada, seguro que en el destino paramos el coche para volver a arrancarlo en más de una ocasión. Comprueba que los bornes estén correctamente fijados y que no queda óxido encima de ellos.
- NEUMÁTICOS: Todos conocemos que la medida mínima del dibujo de un neumático tiene que ser 1,6 mm o que deben contar con una presión equilibrada, pero en pocas ocasiones tenemos en consideración el estado de la rueda de repuesto o llevar un kit repara-pinchazos en el vehículo. Para cualquier comprobación, recuerda que los neumáticos deben estar fríos o dejarlos reposar al menos 5 minutos.
Que sean los elementos principales de averías en carretera, no quiere decir que sean los únicos que tendremos que tener en cuenta antes de conducir en vacaciones:
- NIVELES DE LOS CIRCUITOS: Con el motor parado y en frío, situaremos el coche en una superficie plana para comprobar que todos los niveles del coche están en el punto óptimo. Es una tarea sencilla, que se realiza con la clásica varilla y permite conocer líquidos de freno, dirección, refrigerante, limpiaparabrisas o aceite.
- LUCES: Comprueba el correcto funcionamiento de todas las luces de tu vehículo, que la posición sea la adecuada y que la pantalla de protección esté limpia.
- SUSPENSIONES: En este tipo de viajes, los amortiguadores sufren una carga excesiva que produce que nuestro vehículo sea más sensible a vientos, carreteras en mal estado o exigencias en las curvas. Comprueba que están en correcto estado y distribuye la carga de manera uniforme.
- FRENOS: Al igual que la suspensión, los frenos y en concreto las pastillas, sufren más en viajes con cargas más elevadas. Comprueba que no estén gastadas e incluso, que no estén cerca de su vida útil porque te pueden jugar una mala pasada.
- CLIMATIZADOR: Aunque siempre asociamos este elemento al confort, tener una temperatura idónea en el coche, entre 22ºC y 24ºC, ayuda a prevenir la fatiga del conductor y minimizar su tiempo de reacción. Comprueba gases y filtros.
¡Feliz verano!