Feria 2018: Una nueva oportunidad para la accesibilidad universal
Con la llegada de la primavera y del característico olor a azahar, la ciudad de Sevilla se vuelca en sus dos grandes fiestas: Semana Santa y Feria de Abril.
En la pasada Semana Santa, se generó un interesante debate entre ciudadanos, partidos políticos y el Ayuntamiento de Sevilla, alrededor del nivel de accesibilidad universal que posee nuestra ciudad. Mientras el Ayuntamiento aseguraba la total adaptación del Casco Histórico para personas con movilidad reducida, el resto demostraba con imágenes que la eliminación de rebajes en el acerado para colocar vallas, entorpecía su movilidad.
A raíz de este debate, nos preguntábamos si para la próxima Feria de Abril estábamos preparados para garantizar la ansiada accesibilidad universal de todas las personas que acudan con su silla de ruedas.
Haciendo un recorrido por las barreras que consideramos son básicas, nos encontramos a estas alturas con casetas que no disponen de un WC adaptado y exclusivo para personas con movilidad reducida o que no disponen de pasillos suficientemente anchos para pasar con una silla de ruedas.
En cuanto al acceso, ya sea de las casetas o del propio Real, también hay capacidad de mejora. En las casetas lo ideal sería una plataforma que enlazara los rebajes del acerado con la puerta de cada caseta, un elemento que facilitaría el rodaje de las ruedas, minimizando el esfuerzo de la PMR. Esta plataforma también tendría que ser lo suficientemente fina para no entorpecer al resto de ciudadanos en su paso.
Si hablamos del acceso al Real, el Ayuntamiento este año trabaja para ampliar la orilla de la calle en el entorno de la Avenida Flota de Indias con un ancho de dos metros. El resto de la calle, desde las casetas hasta el itinerario adoquinado, se mantendrá con albero compactado mezclado con cal. También se trabaja para sustituir los olmos por almeces y se instalarán barreras antiraíces para evitar que alteren el acerado.
Además, se antoja fundamental incidir en la correcta señalización direccional del itinerario o que sigan aumentando el número de coches de caballos adaptados para personas con movilidad reducida como el que adjuntamos en la imagen del artículo.
Y ahora, lanzamos una pregunta para debatir:
¿Tenemos una feria de abril a la altura de la ciudad en accesibilidad?
Lo que está claro es que se aproxima una nueva oportunidad para acercar a todas las personas a un evento tan importante y referente que se debería lucir YA en cuestiones de accesibilidad universal.
Estaremos atentos a vuestros comentarios.
Jose Maya
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