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Es conocido, que el Casco Antiguo de Sevilla es uno de los más grandes de Europa y a la vez de los más estrechos por los que puedes circular. Dicen que ese es el encanto de Sevilla, y no les quitamos la razón, aunque preferimos pensar que el verdadero encanto es el respeto que se ha inculcado en su calles, donde peatones y vehículos circulan juntos por apenas unos metros de vía. Si viajas a Sevilla con tu silla de ruedas, no temas y descubre el encanto de sus “callejuelas”.

Los monumentos que no te puedes perder son La Giralda, La Catedral y la Plaza de España. Toda la zona de visita exterior es accesible (no olvides sacarte una foto desde la Plaza del Triunfo), aunque recomendamos no subir a la Giralda con silla de ruedas ya que las empinadas rampas y sobre todo, su último tramo de escalones, podría ser perjudicial. Quitando esta excepción, desde la Avenida de la Constitución podrás acceder sin problemas a la Catedral y enamorarte de la Plaza de España (algo más retirada de la anterior zona) sin ningún tipo de barreras.


Sevilla también cuenta con parques llenos de magia e historia. De camino a la Plaza de España, te encontrarás los Jardines de Murillo junto a los Reales Alcázares, y tras la visita tendrás a pocos metros el Parque de María Luisa o como se le llama popularmente “parque de las palomas” por la cantidad de aves de este tipo que puedes encontrarte en este precioso parque.

Además, Sevilla cuenta con cines y teatros accesibles, puedes hacer un crucero por el Guadalquivir sin barreras, así como cenar en restaurantes y bares de tapas equipados.

Para desplazarte por la ciudad, puedes utilizar los autobuses adaptados de TUSSAM, el tranvía o los taxis especiales para transportar a personas con movilidad reducida.

Y si quieres una visita guiada, contacta con Ole Tours Sevilla (foto de artículo), grupo especializado en turismo accesible para el colectivo de movilidad reducida.

Comprueba por qué dicen que Sevilla tiene un color especial, te esperamos con los brazos abiertos.